Este tercer Encuentro de Otoño ANDART para socios y amigos, como los anteriores, ha estado destinado a favorecer un contexto diferente para las personas que formamos parte de Andart, unos días para vernos y mirarnos como personas, cada una con sus propios recorridos, en momentos vitales distintos, con inquietudes y necesidades particulares, pero todas conectadas por algo común: el amor por nuestra profesión y las ganas de crecer en red y crear un espacio común que nos alimente y nos sostenga.
Como los nidos que construimos en el primer taller que Elena García Blay nos propuso, acogiéndonos unos a otros, buscando el espacio de intimidad para dejarnos caer, compartir y recibir, sintiendo que el esfuerzo de todos estos años por definir y consolidar nuestra profesión como arteterapeutas, está dando poco a poco sus frutos.
Bien-ve-Nidos a un lugar de no juicio, de cariño y cuidado, de creatividad y expresión libre, donde nos permitimos el disfrute y el descanso.
Bien-ve-Nidos a un lugar de no juicio, de cariño y cuidado, de creatividad y expresión libre, donde nos permitimos el disfrute y el descanso.
El taller de subida y bajada a la torre de Zahara hizo visible los ritmos, todos distintos, los movimientos internos y la búsqueda, la presencia y el apoyo grupal, el compromiso. Observar mi camino, desde lo más alto, desde lo más bajo, en soledad y en compañía, asumiendo lo doloroso también como parte del proceso y dándonos cuenta de que detrás de lo que aparentemente está estropeado o marchito, hay un sentido, un para qué, una belleza escondida esperando ser rescatada.
Y también hubo momentos para compartir dónde estamos cada uno, en qué andamos, cuáles son nuestras idas y venidas, nuestras alegrías y dificultades con esta profesión que nos alimenta y nos confronta, que nos da y nos quita, como la vida misma. Un placer escuchar a los compañeros en sus descubrimientos, compartiéndonos y alegrándonos unos por otros.
Gracias a Liliana por su taller de Sueño Social y ese bonito recorrido de lo inconsciente a lo creativo, encontrando puntos de conexión para entender en qué estamos, cómo Andart nos da espacio para integrar lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde deseamos ir. Esa especie de Mapa nos daba a cada uno nuestro lugar y nos animaba a Ser, en contacto con los otros.
Nuestro Encuentro concluía el Domingo con la Asamblea General, en la que nos encontramos para debatir, decidir, cuestionar y compartir a cerca de temas que a todos nos atañen y de los que todos somos parte.
Gracias a todos por los ratos de comidas y cenas, en los que nos mirábamos con confianza, brindábamos y descansábamos después de un largo día.
Junto con nuestras Jonadas anuales de Arteterapia y Psicología en la Herradura (Almunécar), el Encuentro de Otoño en Algodonales se está convirtiendo en referencia para Andart, un momento clave para dar y recibir, valorar y agradecer.
Ha sido un placer...
Hasta la próxima!!
Marina Ojeda.
Hasta la próxima!!
Marina Ojeda.
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